Esta mañana, el padre Mike Bassano (mm) y yo tenemos previsto salir hacia Malakal, una ciudad del estado del Alto Nilo, en Sudán del Sur, que se ha visto asolada por la violencia étnica y las inundaciones, lo que ha provocado el desplazamiento de casi 40.000 personas de sus hogares. Esas personas están ahora clasificadas como «desplazados internos» (IDP) y viven, como ya se ha dicho, en un campamento que está bajo la protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). El padre Mike lleva siete años viviendo en este campo y atendiendo a los desplazados.
Emanuel nos llevó al aeropuerto de Juba, donde nos registramos para nuestro vuelo a Malakal, operado por otra agencia de la ONU, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y su «Servicio Aéreo Humanitario» (UNHAS). A medida que avanzábamos hacia el norte, nuestro vuelo seguía el río Nilo y pude ver, desde la ventanilla del avión, pequeños asentamientos a lo largo del río: una reunión de pequeñas casas hechas de ladrillos caseros con techos de paja, o pequeñas estructuras hechas de lata ondulada. También había mucha tierra abierta, plana y árida. Tras una parada en ruta en Maban, llegamos al aeropuerto de Malakal y fuimos recibidos por personal de las Naciones Unidas que nos condujo de vuelta al campamento. Estaba claro, por las vistas desde el coche, que esta zona estaba en lo que había sido una zona de guerra. El aeropuerto, al igual que prácticamente todos los edificios que vimos, había sido fuertemente dañado por los disparos, y posteriormente saqueado todo lo que tenía valor dentro o fuera del edificio: techos, ventanas, mobiliario interior, etc. Finalmente llegamos al campamento del ACNUR. El campamento se compone, en realidad, de tres secciones: el Campamento de Protección de Civiles (POC) propiamente dicho, donde vive la gente; el «Centro Humanitario» desde el que operan las distintas ONG (organizaciones no gubernamentales, como «Médicos sin Fronteras»), y el propio recinto de la ONU, donde viven y trabajan los empleados de la ONU y algunos otros asociados. Tras instalarme en mi alojamiento para los próximos cinco días, el padre Mike y yo recorrimos a pie la corta distancia que nos separa del POC.
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Date Published:7 Feb 2022 Author:Fr. David, Mission Promoter
Article Tags: Sudán del Sur, Blog, Solidarity |