Teresa Anthony, como es conocida, es una joven sursudanesa que ha luchado durante muchos años para cumplir su sueño de ser profesora y ahora no sólo enseña con orgullo, sino que está estudiando en la Open University del Reino Unido para obtener un título en educación.
Teresa nació en 1986, una de los 13 hijos de su madre. La familia tuvo que huir al Congo cuando Teresa tenía cinco años, debido a la guerra en curso en Sudán del Sur, como se llamaba antes de la independencia en 2011. Durante su estancia en el Congo, Teresa tuvo que aprender francés para poder ir a la escuela. La familia permaneció allí durante veinte años y durante ese tiempo Teresa se «casó», a los dieciocho años. Desde entonces ha dado a luz a seis hijos, sólo cuatro de los cuales aún viven. Teresa es una luchadora que nunca se rinde. En el Congo no pudo seguir estudiando tras el nacimiento del primer hijo, ya que las autoridades no permitían que las mujeres fueran a la escuela con los niños al pecho. ¿Qué podía hacer una madre? Así que la educación de Teresa se interrumpió. Cuando regresó a Sudán del Sur, volvió a la escuela porque estaba decidida a tener una educación. Asistió a las clases vespertinas para adultos. ¡Ahora aprendía en inglés. Teresa conoció al personal de Solidarity cuando llegaron a Yambio en 2008, ya que en ese momento trabajaba como cocinera y limpiadora para los Hermanos Cristianos. Al mismo tiempo, Teresa cuidaba a sus dos hijos y estudiaba en clases vespertinas para poder completar su educación secundaria. Mientras trabajaba en su empleo, Teresa llevaba a su hijo menor y al mismo tiempo cuidaba al mayor. Cuando terminaba el trabajo, acudía a las clases para adultos y seguía llevando a los niños con ella. Después de las clases, era el momento de volver a casa y preparar la comida para su marido, para ella y para sus hijos. Luego el estudio: sin electricidad, sin ordenador, sin ayuda del marido, pero Teresa perseveró. Cuando Teresa terminó sus estudios de secundaria fue un gran día, ya que recibió la noticia de que había aprobado los exámenes de Senior 4. Solicitó la formación de profesores en el Solidarity Teacher Training College de Yambio y fue una de las tres mujeres de su clase, pero se mantuvo a la altura de los alumnos varones. El día que Teresa acudió a su primera entrevista estaba muy enferma de malaria y parecía estar al borde de la muerte. Pero estaba decidida a conseguir una plaza en el colegio, ya que deseaba ser profesora. Afortunadamente, consiguió una beca del JRS y pudo estudiar. Al mismo tiempo, Teresa se ocupaba de la creciente familia, no sólo cocinando, limpiando y cuidando a los niños, sino cultivando un huerto a varios kilómetros de su casa para tener comida para sus hijos. Muchas vezes nos encontramos a Teresa volviendo por la tarde del huerto, y luego caminando diez kilómetros de vuelta a casa, normalmente llevándose al hijo más pequeño. Teresa interrumpió de estudiar un año, a mitad del programa de dos años, debido a otro embarazo. Pero no pensó en no completar el programa y volvió a la universidad cuando fue posible hacerlo. Cuidó ella misma de sus hijos mientras estudiaba. Muchas otras madres dejaban a sus hijos con las abuelas o las niñeras, pero Teresa no tenía apoyo familiar, así que tuvo que cuidar de los suyos. Cuando Teresa se graduó en el colegio, consiguió un puesto en la escuela católica del pueblo, una de las más grandes de la localidad. Ha pasado estos últimos años enseñando a los niños de P1, que tienen la bendición de tener una profesora apasionada y cualificada con ellos en sus primeros años de educación formal. En 2020 Solidarity inició un proyecto de workshop para guiar a los profesores hacia la nueva metodología de enseñanza establecida por el Gobierno. El país está pasando de una enseñanza centrada en el profesor a otra centrada en el niño. Es un cambio bastante importante para la mayoría de los profesores que hacían que los alumnos copiaran lo que escribían en la pizarra. Pasar a involucrar a los alumnos en el aprendizaje es un cambio importante para todos. Teresa se convirtió en una de las graduadas de STTC para llevar este programa a las escuelas y a los profesores de la zona. Y fue una facilitadora de workshop muy comprometida. A continuación, Teresa tuvo la oportunidad, junto con otras dos graduadas, de estudiar en línea en una universidad del Reino Unido para obtener un título en educación. Teresa afrontó este nuevo reto con energía y entusiasmo y lo está haciendo bien. Mientras sigue enseñando en la escuela primaria, Teresa estudia ahora en el nivel universitario, además de cultivar un huerto para alimentar a su familia y mantener un trabajo a tiempo parcial para complementar los escasos ingresos de la familia. Los profesores de Sudán del Sur siguen estando muy mal pagados y no pueden mantener a una familia a menos que tengan la oportunidad de tener otro empleo y/o cultivar por sí mismos. Esta mujer nos está demostrando de lo que es capaz, a través de su propia iniciativa y entusiasmo por aprender , y su continuo esfuerzo por ser una buena maestra de primaria. Teresa valoriza la educación para sí misma, para sus propios hijos y para los niños a los que enseña. Todo el mérito es de ella por su perseverancia. Esta es la historia de una mujer, pero su esencia se repite en todo Sudán del Sur, donde las mujeres buscan oportunidades de aprendizaje y estudio y empujan los límites para que esto ocurra. Les deseamos lo mejor. |
Date Published:8 Mar 2022 Author:Margaret Scott, Former STTC Principal
Article Tags: Noticias, Sudán del Sur, Solidarity, Día de la mujer |