La formación para las jóvenes que han abandonado la escuela comenzó del 1 de agosto al 28 de agosto de 2022 en Tombura, Nuestra Señora de los Cristianos, con 50 chicas que han abandonado la escuela en Western Dynary, 56 en Ave Maria Catholic Mission Western Equatoria State (WES), 55 en Regina Mundi Parish Catholic Church Ezo WES y 56 en St. Augustine, Catholic Parish Central Dynary WES, lo que hace un total de 217 chicas. Se trata de mujeres que, al igual que la mayoría de la población de Sudán del Sur, se enfrentan a diario a la guerra debido a los conflictos tribales, los desplazamientos internos y las dificultades derivadas de la pobreza, el hambre y la falta de infraestructuras adecuadas. Todo esto genera sentimientos de ira y frustración, miedo y dificultad para pensar en la vida como amor y oportunidad.
El seminario abordó diferentes temas a través de debates, grupos de discusión y actividades experimentales. Empezando por la relación de las mujeres con sus hijos, desde que están en el vientre materno hasta las primeras etapas de la vida. También surgió un sentimiento de resentimiento hacia los niños y su comportamiento «inapropiado». Era importante remontar estos comportamientos a una petición de afecto y atención, una expresión de crecimiento y descubrimiento. Ofrecer un punto de vista diferente ayudó a las chicas a relacionarse de forma más sana y constructiva con sus hijos, convirtiendo lo que parecían momentos de conflicto en oportunidades para escuchar y amar. A continuación, gran parte del seminario se centró en el autoconocimiento, la confianza en sí mismo y la recuperación de la autoestima. Ofrecer herramientas para leer situaciones e historias personales a través de la lente del amor propio y el reconocimiento del sufrimiento vivido, superando la vergüenza, la duda, el juicio y el miedo. Por último, la gestión de los conflictos como tema central: saber reconocerlos, comprender sus causas y saber cómo afrontarlos de forma constructiva. Evitar el conflicto cuando sea posible, pero no rehuirlo; vivirlo como una oportunidad de crecimiento y conocimiento de sí mismo y del otro. Porque el conflicto también lleva a aclarar cuestiones importantes, proporciona soluciones a los problemas, implica a las personas en la resolución de dinámicas relacionales importantes para ellas, provoca una comunicación auténtica, ayuda a liberar emociones, ansiedad y estrés, construye la cooperación entre las personas al aprender a conocerse mejor. A pesar de que las chicas venían de parroquias diferentes y muy distantes (hasta 20-30 millas a pie), la participación fue muy alta y todas se mostraron cooperativas y con ganas de aprender; aceptaron utilizar cualquier instalación que se les ofreciera y comer lo que se preparara. Las chicas exclamaron que no volverán al lugar de donde vinieron. Lo que aprendieron les ayudará a cuidar de sí mismos, de sus hijos y de su educación. Muchos también escribieron una carta al obispo y a Solidarity pidiendo ayuda para volver a la escuela: han tomado conciencia de algunas malas decisiones y ahora expresan su deseo de tener nuevas oportunidades en la vida, empezando por una educación adecuada. Gracias a la Hna. Scholastica Nganda (RSM) por el relato de este curso de formación. |
Date Published:09 Nov 2022 Author:Alice, Officer
Article Tags: Noticias, Sudán del Sur, Solidarity, Programa pastoral, Sanación de traumas, Mujeres, Gestión de conflictos |