El obispo Christian Carlassare, de la diócesis católica de Rumbek, en Sudán del Sur, ha pedido al pueblo de Dios de su sede episcopal que comience el tiempo de Cuaresma con la decisión de cultivar una estrecha relación con Dios, procurando mantener un espíritu de oración durante todo el periodo.
En su homilía del Miércoles de Ceniza, Mons. Carlassare describió el Tiempo de Cuaresma como «un tiempo de acercamiento a Dios para comprender mejor nuestra identidad y nuestra vida«, y que «no es un tiempo de tristeza«. «Estamos invitados a comenzar este tiempo de Cuaresma con este espíritu de intimidad con el Señor; viviendo también en espíritu de comunidad, caminando juntos, y comprendiendo el valor de estar unidos en una comunidad que camina junta«, dijo el 14 de febrero en la catedral de la Sagrada Familia de su sede episcopal. Por eso, dijo el miembro de origen italiano de los Misioneros Combonianos del Corazón de Jesús (MCCJ), «celebramos juntos esta Eucaristía como comunidad cristiana en intimidad unos con otros y con Dios, dispuestos a descubrir, sobre todo su amor«. Continuó comprendiendo la necesidad de practicar la oración, el ayuno y la caridad como los tres pilares del Tiempo de Cuaresma, añadiendo que su práctica tendrá un impacto positivo en el crecimiento espiritual del pueblo de Dios. Centrándose en la oración, el líder de la Iglesia católica advirtió del peligro de limitar la vida de oración al tiempo de Cuaresma, y abogó por un estilo de vida de oración. «No basta con rezar sólo durante la Cuaresma; tenemos que rezar todos los días de nuestra vida«, dijo, y añadió: «Pero quizá durante este tiempo de Cuaresma podamos dar un valor especial a un tiempo que podemos destinar dentro de nuestra jornada para Dios.» Mons. Carlassare instó al pueblo de Dios a entender la oración como «un trabajo que nos pone en contacto con Él, que restaura nuestra amistad con Él, que nos permite volver a Él desde las muchas cosas que hacemos durante el día y que a veces también podemos olvidar que es ahí donde vivimos en Él, que es Él quien nos da fuerza.» La oración también «restaura nuestra intimidad con Dios; nos abre a lo que está por encima de nosotros», añadió. El líder de la Iglesia católica, que comenzó su ministerio sacerdotal en Sudán del Sur en la diócesis católica de Malakal en 2005, reflexionó a continuación sobre el ayuno, señalando que «es algo que nos cuesta entender, especialmente el valor del ayuno en un país en el que todos ayunamos cada día de alguna manera; no sólo ayunamos de comida, sino quizá también ayunamos por todos aquellos bienes o recursos que sentimos que vamos a necesitar y no tenemos«. Los cristianos pueden entrenarse en el ayuno porque «no es sólo quitarnos cosas superfluas o cosas malas, sino que es realmente entrar en contacto profundo con nosotros mismos y estar más en intimidad con nosotros mismos«. Créditos a: ACIAFRICA Créditos de la foto: Fr. Luka Dor/Rumbek Diocese |
Date Published:19 Febbraio 2024 Author:Alice, Officer
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