Abraham Makuac creció en la pequeña ciudad de Aweil, pero quería una educación mejor que la que había allí. Así que su familia lo envió a vivir con unos parientes y a estudiar en Wau, la capital del estado occidental de Bahr el Ghazal. Pero también necesitaba ganar algo de dinero, así que consiguió un trabajo en 2013 en el Catholic Health Training Institute, una escuela para formar enfermeras y comadronas que acababa de abrir Solidarity with South Sudan, una red internacional de grupos católicos que apoyan al país más nuevo de África.
Empezó limpiando los edificios del campus, y luego pasó a ocuparse de los cerdos y las gallinas que se criaban para ayudar a alimentar a la comunidad escolar. Al mismo tiempo, Solidarity le pagó para que recibiera una educación, y terminó la escuela secundaria. En 2020, se hizo cargo de la granja de la escuela, que se extiende desde los edificios de las aulas hasta las orillas del cercano río Jur. Es una ambiciosa empresa agrícola que produce una variedad de cultivos durante todo el año para alimentar a los estudiantes y al personal, que viven en dormitorios y residencias en los terrenos del CHTI. Varios trabajadores le ayudan a plantar y cosechar los campos de la granja, que producen judías, berenjenas, tomates, pepinos, plátanos, maíz, cacahuetes, quimbombó, coles, pimientos, berzas, mijo y otras verduras, frutas y cereales nutritivos. Makuac, que ahora quiere estudiar agricultura en la universidad, puede que no imparta clases de biología en las aulas, pero es igualmente importante para la comunidad. «Nuestro cuerpo necesita alimentos, y si la escuela tuviera que ir al mercado a comprar estas cosas, es muy caro. Así que las planto para ayudar a que la escuela funcione», dice. Su cosecha no sólo se destina a la cocina de la escuela, sino que Makuac dice que los estudiantes que tienen ganas de ciertos alimentos vendrán a la granja en busca de sus comidas favoritas. «Vienen aquí en busca de tomates. Y a todos les gustan las verduras que cultivamos», dice. Makuac lamenta el hambre que reina en muchas partes del país. «Sudán del Sur tiene buenas tierras para la agricultura, pero el conflicto nos impide utilizarlas. Así que rezamos mucho para que Dios nos traiga la paz». ¡Vea el VÍDEO AQUÍ! (Créditos a Paul Jeffrey y Sean Hawkey)
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Date Published:23 July 2022 Author:Paul Jeffrey
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