La Tierra es la madre de todo lo natural, la madre de todo lo humano. Es la madre de todo, porque en ella están las semillas de todo. La Tierra de la humanidad contiene toda la humedad, todo el verdor, todo el poder germinativo. Es fructífera en muchos sentidos. Toda la creación procede de ella. Sin embargo, no sólo constituye la materia prima de la humanidad, sino también la sustancia de la encarnación del Hijo de Dios – Santa Hildegarda de Bingen.
Hildegarda de Bingen (1098-1179) fue una monja benedictina alemana y polímata activa como filósofa, teóloga, mística, visionaria, compositora musical y médico en la Alta Edad Media. Prácticamente olvidada durante muchos siglos, su memoria y su legado sólo se han recuperado y apreciado más profundamente en los últimos tiempos. El difunto Papa Benedicto XVI la declaró santa y doctora de la Iglesia en 2012. Como demuestra el texto que hemos elegido para este post, su teología es profundamente ecológica y por ello es apropiado que la honremos en su fiesta, el 17 de septiembre, durante el Tiempo de la Creación. Los seres humanos necesitamos comida, ropa y cobijo, pero también necesitamos sentido, propósito y esperanza. En el Good Shepherd Peace Center de Kit (Sudán del Sur), el personal de Solidarity organiza retiros y conferencias y se encarga de la dirección espiritual. Ofrecemos formación para catequistas, ministros laicos y diáconos. Ofrecemos talleres de curación de traumas y otros servicios diseñados para mejorar el bienestar espiritual y emocional de los sursudaneses. Nuestro trabajo contribuye al objetivo de Laudato Sì de promover una espiritualidad verdaderamente ecológica. |
Date Published:13 September 2023 Author:Fr. David Gentry
Article Tags: Noticias, Sudán del Sur, Solidarity, Tiempo de la Creación, Curación del trauma |